Factores
críticos en la partida. Invisibilidad de los beneficios
Por: Francisco Javier Ferrada Guerra
En la
implementación de la búsqueda de la Excelencia, el fracaso es el resultado más
frecuente en estos procesos.
Mayoritariamente
esto se debe a cuatro factores que interactúan y se potencian para impactar
negativamente en el resultado. Estos son, la invisibilidad de los beneficios
del mejoramiento, la falta de convencimiento de los líderes que la cultura de
gestión es factible de cambiar, la pretensión de abordar simultáneamente a toda
la organización en este esfuerzo de mejoramiento y el error en el diagnóstico
del nivel de madurez de la organización.
Invisibilidad de
los beneficios.
Para la mayoría de los involucrados no es evidente la magnitud ni el impacto
del beneficio de mejoramiento. Sin duda alguna, esta es una barrera a la
implementación de una cultura de productividad. Habitualmente la cultura de la
reparación y reacción se confunde con la de mejoramiento o productividad. La
primera se distingue de la segunda básicamente por tres cosas;
a) es una cultura que no distingue entre los costos de
mala calidad y los sustentables, es decir los coherentes con la rentabilidad
planificada,
b) es la cultura de la reacción, la planificación débil y
la supremacía de la producción “a cualquier costo”,
c) las decisiones habitualmente no se hacen con el
criterio de rentabilidad a la vista.
En
este esquema de registrar tanto los costos sustentables con los de mala calidad
como uno solo, ver figura n°1, habitualmente no se contabilizan los errores. La
herramienta del presupuesto pasa a ser la peor
aliada para la excelencia. Como el proceso presupuestario tiene una fuerte
componente histórica y habitualmente se hace bajo presión del escaso tiempo que
se tiene para la planificación, la tendencia es a perpetuar los costos de mala
calidad, al oficializarlos en el presupuesto.
Figura n°1
Nuestros
ejecutivos, habitualmente hombre de acción que se basan en la experiencia e
intuición, en este ambiente no les es posible tomarse el tiempo para sentar las
bases de la cultura de productividad.
Mayoritariamente
se desconoce que la cultura de la productividad tiene como “botín” potencial
entre el 20% y el 50% del valor de las ventas, según The Six Sigma Handbook,
Third Edition, Mc Graw Hill, valor que es difícil imaginárselo si no se tiene
un sistema que lo soporte. La figura n°2 contrasta con la n°1 ya que ésta
distingue los costos de mala calidad de los de sustentación.
Con
esta información disponible, sin lugar a dudas el tipo de decisiones, las
prioridades en los procesos y el focos que tanto los supervisores como los
ejecutivos tendrían, cambiarían radicalmente y en consecuencia el estilo de
gestión de la organización.
Si no
se ven los costos de mala calidad, no se ven los beneficios de su eliminación,
es decir del mejoramiento.
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