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jueves, 11 de noviembre de 2021
jueves, 22 de abril de 2021
RPP, Rendimiento Prohibido
Por Francisco Javier Ferrada Guerra
Introducción
En este artículo, lo que trato de
explicar son los beneficios que pueden alcanzar los procesos, tanto productivos
como transaccionales, si son sometidos a una gestión basada en metodologías
rigurosas y estructuradas, especialmente diseñadas para obtener niveles de
control y rendimientos muy por sobre los históricos. La primera parte del
documento muestra gráficamente y explica la magnitud de la pérdida que
significa no acceder al Rendimiento Potencial del Proceso (RPP), al que se
tiene derecho. Este derecho, legítimo, se fundamenta en el esfuerzo que
significa para la organización el adquirir, coordinar, diseñar y ejecutar la
logística de transporte, recibir, y administrar para su disposición todos los
recursos que son requeridos para cumplir con los objetivos del proceso. No es
lógico ni razonable que un esfuerzo de traer un producto desde china, quede a
medio camino, en alguna etapa del proceso, por alguna de las razones que
explican la prohibición de acceder al RPP y no se alcancen los beneficios que
de este esfuerzo se espera. Posteriormente, trato de explicar por qué razón es absolutamente
factible alcanzar el RPP, algo que a los ojos de los operadores no es factible.
Finalmente, hago un esfuerzo por aclarar las dificultades con que se encuentra
el camino de la solución.
RPP, el Rendimiento Prohibido
De la experiencia trabajando en
mejoramiento de procesos, he llegado a la conclusión que una representación
acertada de lo que se advierte en un proceso típico en la industria es lo que se
muestra en la figura n°1, de más abajo. Como se observa, es un gráfico de doble
entrada en que el eje de la izquierda refleja el nivel de producción y el de la
derecha, el nivel subyacente de tecnología del proceso. El punto Tec0,
del eje de la derecha, refleja la tecnología específica disponible en el
proceso y establece el nivel de Producción de Diseño del proceso, representada
por la línea verde segmentada que
La línea continua azul representa la
producción efectiva, real, del proceso durante su operación. Lo que destaca a simple
vista de la línea azul es que sólo de manera esporádica “toca” o supera a la
línea roja, producción planeada, y que habitualmente está bajo la expectativa
inicial. La línea púrpura, que se observa de manera permanente, por sobre la
línea roja de la producción planeada, representa la Producción Potencial, el
derecho del proceso, y que está respaldada por el Rendimiento Potencial de
Proceso.
Para efectos del análisis, nos
ocuparemos de tres períodos, los cuales se demarcaron con las letras A, B y C.
El período correspondiente a la letra A,
que va desde el punto t0 hasta tpem, se refiere a la
Puesta en Marcha del proceso. Lo destacado y pertinente que me ha tocado
observar es que se producen, como se advierte en el gráfico, tres patrones en
este período. Primero, producción muy variable, producto del bajo nivel de
control de las operaciones. Segundo, de manera esporádica, si es que ocurre, se
alcanzan los niveles de diseño de producción. En raras ocasiones se logra
producción sistemática y controlada en el nivel de diseño prometido. Tercero,
muy rara vez los objetivos de plazo se cumplen en la Puesta Marcha.
El lapso correspondiente a la letra B,
que va desde el punto tpem hasta ti, y se refiere al período
de Operación regular del proceso, que puede extenderse por años. En este período
se observa que la producción real es frecuentemente inferior a la producción
planeada de diseño, que existen punto en que la producción real alcanza o
supera la producción planeada, sin embargo, habitualmente estos puntos en el
tiempo van seguidos de caídas fuerte de la producción real, es decir el proceso
no es capaz de sostener de manera permanente y estable la producción en el
rango de diseño. También se observa que, pasado un cierto tiempo (tia),
se decide hacer ajustes a la baja que resultan en “sincerar” la capacidad de
producción del proceso y se ajustan los criterios del plan de producción (en
general a las personas no les gusta estar dando explicaciones permanentemente).
Esto significa que el plan se ajusta a la realidad pasada, y lo que sea que
explica esto se internaliza en el plan para los períodos siguientes y por tanto
se perpetua y normaliza.
El período correspondiente a la letra C,
que va desde el punto ti, hasta tn refleja otro aspecto
frecuente de los procesos. Ante la necesidad de incrementar la producción,
habitualmente por una razón comercial, la respuesta es incrementar en nivel de
inversión, modificando el nivel de tecnología (modernización). Esta situación,
en la práctica lo que hace es repetir el ciclo descrito previamente. Lo indicado
parece inteligente y es necesario hacerlo. Sin embargo, si en la ecuación que
resuelve el problema de mayor producción se entendiera como acceder al RPP,
seguramente las decisiones de inversión serían muy diferentes.
Se trata de la pérdida por no acceder al
Rendimiento Potencial, al que por cierto tenemos derecho. Esta pérdida se
refleja en el área achurada de color amarillo, en la figura n°1. Esta área está
formada por la diferencia entre la curva de color purpura, que refleja la
producción potencial del proceso y la curva de color azul, que refleja la
producción real.
¿Pero, tenemos realmente derecho al
Rendimiento Potencial? o ¿es sólo una quimera?
Para responder esta pregunta debemos
analizar cuatro aspectos de mucha relevancia en la comprensión de nuestros
actuales rendimientos. El primero y sobre el cual tenemos menos grado de
control es el diseño de nuestros procesos; el segundo se refiere a los riesgos
a los cuales están expuestos; el tercero se refiere a la calidad del control
que tenemos sobre las variables que afectan a los procesos y finalmente el
conocimiento de la Función de Transferencia que explica los resultados, es
decir la relación matemática entre las entradas (factores) y las salidas
(resultados) del proceso.
Relevante es el papel que juega el
diseño, en el sentido más amplio de la palabra, sin embargo, frecuentemente sub
estimado. La primera lectura, la que surge en el fragor de la operación, es
asignar al desempeño de los colaboradores una mayor importancia en desmedro del
impacto del diseño, que ya hace muchos años el profesor Dr. W Edwards Deming
despejó con claridad, ver figura n°2.
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Cuando destinamos esfuerzos para el
desarrollo de un proyecto, surgen algunos aspectos que creo importante ponerles
atención. Habitualmente en nuestros procesos de diseño el criterio que prima es
el promedio de la variable, en desmedro del estadístico, el cual incorpora
rango de valores y en algunos casos criterios probabilísticos. Al trabajar con
promedios desde luego que facilita el trabajo, sin embargo, esta forma de
trabajar omite los extremos del rango. En muchos casos esto significa que el
diseño declara un rendimiento menor al real. Paralelamente, es habitual que los
diseños se trabajen con
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Estos aspectos del proceso de diseño,
explicarían las razones de porqué un proceso en operaciones podría ofrecer
rendimientos por sobre los de diseño. Lo datos de la industria nos muestra que
rendimientos por sobre el diseño existen, sin embargo, no son los habituales y
menos sostenibles en el tiempo. También, tenemos muy pocos registros de
análisis que explique por qué no son sostenibles en el tiempo. Entender que
escenario enfrentamos en este aspecto y la factibilidad económica de resolver
las debilidades que presenta el diseño, es de la mayor relevancia.
Existe otro tópico que destaca en la
industria y que explica en parte importante, dada la magnitud del problema,
porque existe un derecho no ejercido al nivel de Rendimiento Potencial. Se
trata de los Riesgos Operacionales no Controlados. Las organizaciones, por
razones culturales y estilos de gestión, gastan una proporción significativa de
sus energías, durante el desarrollo de sus procesos, en la solución de
problemas que enfrentan cotidianamente y son causa importante de la
variabilidad en sus resultados y dan origen a riesgos operacionales crecientes,
(ver figura n°4). La solución de estos problemas, que en definitiva dan vida a
un día operacional, demandan una cantidad desconocida de tiempo y de recursos
que al final forman parte de los registros de los ciclos de tiempo y costos del
proceso y esfuerzos por cumplir la calidad prometida, sin distinguir el origen
de los mismos. Habitualmente, no quedan registros de estos eventos ya que se
privilegia su solución por sobre desplegar una estrategia que en el futuro
pudieran permitir entender su naturaleza y eliminar su causa. Es altamente
probable que, si los ejecutivos dispusieran de informes que dan cuenta de los
recursos invertidos
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El tercer factor que es necesario entender, se refiere al
Nivel de Control que tenemos sobre las variables que afectan el rendimiento del
proceso. En este caso, es importante hacer algunas clarificaciones conceptuales
respecto de que entendemos por control. Mi experiencia me recuerda que la
semántica en este caso del control, nos juega una mala pasada. Para efectos de
este artículo, se entiende por control de una variable la capacidad el dueño de
proceso, el responsable de los resultados, de disponer la variable en el rango
de valores de su interés, de manera estable y por tiempo que estime pertinente.
En términos concretos, por ejemplo, el rendimiento de la mano de obra dentro
del rango consistente para el logro de los objetivos. La tasa de suministro de
materia prima dentro del rango consistente para el logro de los objetivos.
Todos aspectos que influyen en las salidas de los procesos, como se ve en los
círculos rojos de la figura n°5, que reducen el rendimiento potencial. Este
factor y los riesgos no controlados, en apariencia podrían traslaparse, sin
embargo, existen muchos aspectos relacionados con el control, por ejemplo, estrategias
explicitas de control, la competencia del sistema de mediciones, la utilización
de cartas de control.
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Mirar nuestro proceso desde la
perspectiva de incrementar, por medio de estrategias concretas, el nivel de
control de las variables claves, nos abre oportunidades que antes nunca las
habíamos vislumbrado. Es una fuente de eliminación de variabilidad y defectos.
Finalmente, el último factor a tener en
cuenta se refiere a el entendimiento que el dueño de proceso tiene de la
Función de Transferencia del Proceso, que es la ecuación que describe la
relación entre las entradas del proceso y las salidas. Este conocimiento nos
permite entender las ventanas operativas de las entradas claves del proceso y
mejorar las posibilidades de optimizar los atributos de las salidas del
proceso.
¿Cuáles son las dificultades con las que
se encuentra el proceso de mejoramiento, para alcanzar el Rendimiento Potencial?
Por qué las empresas comercialmente
exitosas, parecen ser refractaria a los cambios que demandan los procesos de
mejora, es algo que no es fácil de descifrar. Quedarse sólo en la tan frecuente
disposición anímica del rechazo al cambio creo es simplificar demasiado el
problema. Existen razones que explican esta recurrente situación y tienen que
ver, a mi juicio, con algo bastante obvio. El responsable del proceso se
pregunta: ¿Cuál es el beneficio de enfrentar un proceso de cambio, en algo que
está funcionando? ¿qué impacto en mi situación personal tendrá este cambio?
¿qué garantías de éxito existen? Todas estas preguntas, legítima, se las hacen
los involucrados. Los beneficios de los procesos de mejora en los sistemas
productivos no son evidentes ni fáciles de entender, fundamentalmente porque para
los nuevos niveles de rendimiento que pueden ser alcanzados son raros de
encontrar en la industria o no son adecuadamente interpretados o no existen
registros conocidos que permitan hacer referencias.
El sistema de gestión está diseñado
para, ante un problema, saltar directamente a la solución, habitualmente sin
clarificarlo bien y menos hacerlo común de manera formal. Muchos de esos
problemas presentan patrones que comienzan a repetirse con frecuencias
predecibles y es por esto que los dueños de proceso desarrollan habilidades
especiales para enfrentar sus efectos en el corto plazo, por lo que son valorados
por la organización y premiados (bonos de producción) habitualmente a fin de
año por los resultados actuales e incentiva al responsable de los resultados, a
mantener el statu quo, dejando de lado la oportunidad de entender la raíz de estos
patrones para tener oportunidades para deshacerlos.
Los responsables de los resultados
conciben el proceso con sus virtudes y defectos, sin disponer de la información
adecuada para percibir la magnitud de los defectos ni entender el impacto negativo
que ellos tienen, que impiden alcanzar los Rendimientos Potenciales, y que si
tuviéramos la habilidad de visibilizarlos se podrían calificar como la mayor
carga que soporta la organización.
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Las organizaciones del hemisferio norte
han registrado la relación entre los Costos de Calidad Deficientes y el nivel
de defectos de la organización, representados por el Nivel Sigma a través de la
proporción del valor de los Costos de Deficiente Calidad y las ventas. La
figura n°7 nuestra que el Costo de Deficiente Calidad puede llegar a ser el 50%
del valor de las ventas y al revés, mientras mayor es el nivel sigma, es decir menor
número de defectos, el Costo de Deficiente Calidad es una proporción muy menor
del valor de las ventas.
Habitualmente esta información no está
disponible en los espacios de liderazgo que pudieran tomar conciencia de las oportunidades
que presenta un proceso estructurado de eliminación de defectos.
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Dado lo anterior resulta bastante
evidente, al menos para mí, que aquellas organizaciones que no reacciones a la
constante sangría que significa trabajar con un alto nivel de defectos, seguirán
pagando un alto precio al no ejercer el derecho a el Rendimiento Potencial de
sus procesos, que se traduce en menores rentabilidades, estrategia de
explicaciones, concesiones y permanente pérdida de satisfacción de sus clientes.
Finalmente, otro aspecto importante que hace
difícil alcanzar los niveles de RPP es la colisión de ambientes de las partes
interesadas. Por un lado, el ambiente operacional versus el ambiente de
mejoramiento, el primero fuertemente orientado a la acción y los resultados
inmediatos; el segundo, de recolección de datos, análisis reflexión y de
aplicación de manera rigurosa de métodos y herramientas de probada eficiencia,
pero con ciclos más largos, comparados con los de operación. Esto presenta un
desafío para los líderes que no es fácil de resolver, sin embargo, si el
trabajo de hace correctamente, los resultados beneficiosos no tardan en llegar.
miércoles, 1 de enero de 2020
Modelo de Implementación Bodega de Excelencia

- Rotación de sus productos según
planificación,
- Concordancia entre el físico y la
información del sistema,
- Bodega Ordenada,
- Tiempos de espera alineados con los
clientes,
- Productos en sus posiciones,
- Trabajo con Riesgo Operacional y
Personal controlado.







